“Conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas
para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad”
Orígenes
La moral surge cuando el hombre
deja atrás su naturaleza puramente instintiva y forma parte de una
colectividad. La moral requiere forzosamente que el hombre se halle
en relación con los demás y una conciencia de esa relación, con el fin de poder
conducirse de acuerdo con las normas o prescripciones que lo rigen.
Ante esta nueva situación (el hombre
pasa de ser un individuo a ser un ser social), se hace necesario ajustar la
conducta de cada miembro a la comunidad, determinándose de esta manera que se
considere como bueno o beneficioso todo aquello que contribuye a reforzar la
unión o actividad común, y se ve como malo lo que contribuye a debilitar dicha
unión.
Los antiguos romanos
concedían a las mores maiorum (‘costumbres de los mayores’, las costumbres de
sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes judiciales) una
importancia capital en la vida jurídica, a tal grado que durante más de dos
siglos (aproximadamente hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre las
fuentes del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos
precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas,
elaborado alrededor del 450 a. C.
Ocupa importante
lugar en las enseñanzas de Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro y,
sobre todo, entre los estoicos (Cicerón, Séneca, Epicteto, Marco Aurelio,
etc.). Los neoplatónicos se inspiraron en Platón y los estoicos cayeron en el
misticismo. Los modernos han profundizado y completado las teorías de los
antiguos.
El Valor de Moral
Se entiende por
valor moral todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad
de persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es
aquello que mejora, perfecciona, completa.



El valor moral te lleva a construirte como hombre, a hacerte
más humano.
Depende
exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y
esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa
como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen
basándose en mérito.
Estos valores
perfeccionan al hombre de tal manera que lo hacen más humano, por ejemplo, la
justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad como persona.
Para lograr
comprender plenamente los valores morales debemos analizar la relación que
éstos guardan con otro tipo de valores. Siendo el ser humano el punto de referencia
para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad para perfeccionar
al hombre. Un valor cobrará mayor importancia en cuanto logre perfeccionar al
hombre en un aspecto más íntimamente humano.
Los valores
infrahumanos: Son aquellos que sí perfeccionan al hombre, pero en aspectos más
inferiores, en aspectos que comparte con otros seres, con los animales, por
ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la fuerza, la agilidad, la
salud.
Los valores humanos
infra morales: Son aquellos valores que son exclusivos del hombre, ya no los
alcanzan los animales, únicamente el hombre. Aquí encontramos valores como los
económicos, la riqueza, el éxito, por ejemplo. La inteligencia y el
conocimiento, el arte, el buen gusto. Y socialmente hablando, la prosperidad,
el prestigio, la autoridad, etc.
Valores
Instrumentales: Son comportamientos alternativos mediante los cuales
conseguimos los fines deseados.
Valores Terminales:
Son estados finales o metas en la vida que al individuo le gustaría conseguir a
lo largo de su vida.



A diferencia del
animal el hombre se encuentra en una diversidad de relaciones con el mundo
exterior, lo transforma materialmente, lo conoce, lo contempla estéticamente ,
su comportamiento diverso y variado responde a su vez a las múltiples y
diversas necesidades específicamente humanas.
Los seres humanos
tienen diferentes tipos de comportamiento dependiendo de sus relaciones con el
mundo exterior y entre los propios hombres, y también de acuerdo a la diversidad
de sus necesidades.
El hombre
diversifica sus comportamientos dependiendo de dos cosas, la primera es
dependiendo el objeto con el que entra en relación como por ejemplo la naturaleza,
las obras de arte, Dios, los otros hombres etc.; y la segunda es según la
necesidad que se trata de satisfacer como por ejemplo la de producir, conocer,
comunicarse etc.. La relación que tengan las diferentes formas de
comportamiento de los seres humanos depende de las condiciones históricas,
estas condiciones determinan el comportamiento que una persona adopta en cierto
tipo de sociedad y una época dada.
En su obra
“Motivations and Las necesidades humanas. Personality”, publicada por La teoría
de las necesidades Harper and Row en 1954, el psicólogo Abraham H. Maslow. Propuso
una teoría de motivación basada en cinco categorías de necesidades humanas.
La Obligación Moral
Lejos de ser una
presión originada en la autoridad, en la sociedad, en el inconsciente o en el
miedo al castigo, la verdadera obligación moral es la presión que ejerce la
razón sobre la voluntad.
1. Es más que
presión externa: Es muy común hablar de obligación cuando se siente una presión
externa, que de algún modo está coaccionando para que el sujeto actúe en
determinado sentido. Decimos, por ejemplo, que fulano se vio obligado a
renunciar a su empleo en vista de las continuas críticas que le hacía su jefe;
o que zutano estudia Medicina obligado por sus padres.
Esa obligación a que
se alude es una coacción física, y aun psicológica, pero no es la auténtica
obligación moral. Poco mérito moral existe en una persona que actúa por
coacciones externas.
2. No es un mero
mecanismo de recompensas: Tampoco debe confundirse la obligación moral con el
deseo del premio y el temor al castigo. Cuando decimos: “Con esa recompensa
materialmente obligaron a los jugadores a ganar el partido”; o “con tales sanciones
estoy obligado a cumplir los requisitos de la ley”, no hablamos de obligación moral.
El deseo del premio
o el temor del castigo constituyen un estímulo que induce u obliga a la mayoría
de la gente al cumplimiento de sus deberes. Pero esa obligación no es la
auténtica obligación moral. El mérito moral necesita no sólo de la libertad,
sino también de una intención recta, enfocada al bien en cuanto bien. La
auténtica obligación moral no tuerce o impurifica la elevada intención de un
acto honesto.
3. Es una actividad
consciente y voluntaria: La obligación moral tampoco es la acción del superyó,
que desde el inconsciente está impulsando hacia el cumplimiento de normas
inflexibles y, las más de las veces, inadecuadas.
4. Es más que
sentimiento: Es necesario distinguir el sentimiento de obligación y la
obligación moral. Sucede que no siempre coinciden. Por ejemplo, fulano dice que
no siente obligación de pagar ciertos impuestos, pero eso no significa que
efectivamente carezca de tal obligación.
No siempre coincide
la obligación que se siente, y la que efectivamente tiene un sujeto. La
educación correcta logrará que la persona vaya modelando su conciencia para que
sea consciente de obligaciones reales, y no ficticias.
La obligación moral
no suprime el libre albedrío
Cuando una persona
capta un valor con su inteligencia, se ve solicitada por dicho valor, y
entonces la inteligencia propone a la voluntad la realización de tal valor.
Pero la inteligencia presiona suavemente, sin suprimir el libre albedrío;
simplemente, ve una necesidad objetiva, y como tal la propone a la voluntad
para su realización.
Se trata de una
exigencia propia de la razón, con fundamento en un valor objetivo, pero nacida
en lo más íntimo y elevado de cada hombre: la propia razón. Es, por lo tanto,
autónoma y no incompatible con el libre albedrío.
Conciencia
Se trata del
conocimiento reflexivo de las cosas y de la actividad mental que sólo es
accesible para el propio sujeto. Por eso, desde afuera, no pueden conocerse los
detalles de lo consciente.
La etimología de la
palabra indica que la conciencia incluye aquello que el sujeto conoce. En
cambio, las cosas inconscientes son las que aparecen en otro nivel psíquico y
que son involuntarias o incontrolables para el individuo.
Para la psicología, la conciencia es un estado cognitivo
no-abstracto que permite que una persona interactúe e interprete con los
estímulos externos que forman lo que conocemos como la realidad. Si una persona
no tiene conciencia, se encuentra desconectada de la realidad y no percibe lo
actuado.
La psicología
distingue entre los niveles consciente (establece las prioridades),
preconsciente (depende del objetivo a cumplir) e inconsciente (no se
racionaliza). La estructura de la conciencia está dada por la relación que
establecen estos tres niveles.
Si la conciencia de
un individuo funciona del modo “adecuado”, las valoraciones que éste hará sobre
su realidad serán claras y le permitirán llevar una vida estable; si por el
contrario, dado que ha padecido determinadas situaciones traumáticas, puede que
su manera de entender en entorno no sea lúcida y, por ende, tome decisiones que
causarán desajustes en su entorno. En este punto puede decirse que lucidez y
claridad son sinónimos son para la psiquiatría los aspectos que definen una
conciencia sana.
Cuando estamos
despiertos nuestra conciencia se encuentra alerta y sólo se relaja cuando
dormimos, momento en el que el subconsciente puede expresarse y lo hace a
través de los sueños; por eso muchos especialistas basan sus estudios sobre el
universo psíquico de los pacientes teniendo en cuenta aquello que recuerdan de
los sueños, pues en ese momento no existen estructuras ni preconceptos y lo que
se muestra sale sin ser analizado, pudiendo acceder a un espacio del individuo
que durante el estado de conciencia se encuentra absolutamente oculto.
Responsabilidad
Responsabilidad es
el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o
realizar algo. La responsabilidad es también el hecho de ser responsable de
alguien o de algo.
La responsabilidad
se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una
característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y
actuar de forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un
cargo, un rol o una circunstancia, como un puesto de trabajo o la paternidad.

Responsabilidad es
una virtud que puede observarse en uno mismo o en el prójimo. Se dice que una
persona es responsable cuando, consciente de sus actos, sabe que éstos son la
causa directa o indirecta de un hecho, por el cual es plausible de ser
imputable, y hasta deberá responder por esos actos, llegado el caso.

En definitiva, somos
responsables por la clase de persona que hemos hecho de nosotros mismos. “Es mi
modo de ser” no es excusa para una conducta desconsiderada o ruin. Ni siquiera
es una descripción atinada, pues nunca somos así inevitablemente. Como señalaba
Aristóteles, llegamos a ser lo que somos como personas mediante las decisiones
que tomamos.
Bibliografía
Orígenes de la Moral
http://www.academia.edu/4080462/El_origen_de_la_moral._%C3%89tica_y_valores_en_la_sociedad_actual
El valor de Moral
http://www.eleutheria.ufm.edu/articulospdf/120621_daniel_lopez-etica_de_aranguren_3.pdf
La Moral y Otras Formas de Comportamiento
http://fcasua.contad.unam.mx/apuntes/interiores/docs/98/6/sem_etica.pdf
La Obligación Moral
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/5582/1/VITTORIO%20POSSENTI.pdf
Conciencia
http://www.himfg.edu.mx/descargas/documentos/planeacion/guiasclinicasHIM/AlteracionesConciencia.pdf
Responsabilidad
http://www.proyectopv.org/1-verdad/responsabilidad.html
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